
La urticaria es una de las afecciones dermatológicas más comunes y se manifiesta con picazón y manchas rojas, a menudo elevadas. Es una señal de advertencia que indica, a nivel epidérmico, un trastorno en la relación de nuestro organismo con alimentos, medicamentos u otras sustancias. Pero, ¿qué desencadena esta reacción cutánea y cómo se puede tratar eficazmente?
Causas de la Urticaria
La reacción de enrojecimiento y picazón es el resultado de una compleja respuesta inflamatoria, orquestada por las células del sistema inmunitario. Estos mecanismos, que tienen como efecto la vasodilatación y la estimulación de las terminaciones nerviosas, forman parte de las defensas naturales del organismo, que reacciona ante sustancias percibidas como dañinas atrayendo células inmunitarias a la zona afectada.
La urticaria crónica, que persiste más de 6 semanas a pesar del tratamiento, indica muy probablemente una condición inflamatoria sistémica, que a menudo es causada por una ingesta excesiva o repetida de ciertos alimentos.
La mayoría de las veces, la relación causa-efecto es evidente: se identifica el alimento inusual, el medicamento o el evento (la picadura de un insecto, el contacto con un agente químico) que probablemente causó la reacción y se tratan los síntomas agudos con un antihistamínico. Prestando atención, para el futuro, a evitar las circunstancias que desencadenaron la reacción.
A veces resulta más difícil identificar las causas de la urticaria. Es el caso de reacciones debidas a alérgenos ambientales (como ácaros, mohos o polvo), a enfermedades sistémicas (como la tiroiditis de Hashimoto o la celiaquía), a infecciones crónicas (como un granuloma dental) o a la ingestión de alimentos habituales. En estos casos se requieren exámenes e investigaciones más profundas para entender de dónde proviene la reacción alérgica.
Urticaria crónica
En algunos casos, las manifestaciones de urticaria no se limitan a un episodio agudo y de corta duración, sino que comienzan a repetirse. Y los análisis de rutina clásicos no arrojan resultados útiles.
La urticaria crónica, que persiste más de 6 semanas a pesar del tratamiento, indica muy probablemente una condición inflamatoria sistémica, que a menudo es causada por una ingesta excesiva o repetida de ciertos alimentos. Una forma de urticaria poco sensible a los antihistamínicos siempre sugiere la necesidad de investigar la inflamación relacionada con la alimentación.
Urticaria y el papel de los azúcares
Investigaciones muy recientes han demostrado que en la mayoría de los casos las reacciones alérgicas no son generadas por un solo factor desencadenante (la clásica reacción a pólenes, alimentos o medicamentos), sino que se atribuyen a causas multifactoriales, en las que la glicación, es decir, la acción de azúcares consumidos en exceso, juega un papel fundamental.
Los azúcares y sustancias afines (como el alcohol, los azúcares de la fruta y los polioles) de hecho dañan el epitelio intestinal, permitiendo el paso de moléculas alimentarias no completamente digeridas, que normalmente serían inocuas. Al alterar la forma en que las moléculas de comida son percibidas por el sistema inmunitario, inducen una reacción alérgica o similar a una alergia. En la práctica, un exceso de azúcares puede causar reacciones adversas a alimentos previamente bien tolerados, no debido al alimento en sí, sino al exceso de azúcares consumidos.
El alérgeno se convierte, en resumen, en culpable solo por ser la “gota que colmó el vaso” de un organismo que lleva tiempo inflamado y predispuesto a reaccionar.
Este mecanismo también ayuda a comprender cómo muchas condiciones, desde la cistitis hasta la candidiasis, desde la migraña hasta la artritis o el reflujo gastroesofágico, son a menudo causadas por una inflamación sistémica, en la que el factor relacionado con los azúcares juega un papel predominante en causar un desequilibrio en el sistema inmunitar
Tratamiento de la urticaria recurrente y de la urticaria crónica
Además de los tratamientos tradicionales con antihistamínicos, la investigación ha abierto la posibilidad a nuevos enfoques en el tratamiento de la urticaria recurrente, especialmente útiles cuando resulta complicado identificar las causas desencadenantes.
En estos casos, el procedimiento prevé ante todo la realización de un test ISAC o similares que, con una sola extracción de sangre, pone en evidencia la reactividad a alérgenos individuales. Esto permite verificar, junto con el especialista, la posible presencia de alergias “clásicas”, es decir, aquellas mediadas por las inmunoglobulinas E (o IgE, que son los anticuerpos que el sistema inmunitario produce en respuesta a alérgenos específicos). Desafortunadamente, en la mayoría de los casos estos análisis resultan negativos y es necesario ampliar la búsqueda de las causas: no debe pasarse por alto el contexto en el que se manifiesta la urticaria.
Es importante evaluar tanto los niveles de vitamina D3 y zinc, que desempeñan un papel en la modulación de la respuesta inmunitaria, como, sobre todo, la inflamación derivada de los azúcares y los alimentos.
Se puede optar por realizar un PerMè Medical Program, que permite evaluar tanto la inflamación relacionada con los alimentos (mediante la medición de los niveles de citocinas inflamatorias como BAFF y PAF) como la inflamación provocada por los azúcares (mediante la medición de metilglioxal y albúmina glicada).
El producto, accesible para todos, permite elaborar un perfil alimentario personal, que sugiere qué alimentos limitar y cómo gestionarlos dentro de la propia dieta.
Seguir estas recomendaciones suele ser suficiente para reducir la necesidad de otras terapias con antihistamínicos o corticoides, y en muchos casos conduce a una recuperación completa.
Conclusión
La urticaria, con sus múltiples causas y manifestaciones, representa un desafío para la medicina moderna. Sin embargo, gracias a los avances en la investigación, estamos ampliando nuestra comprensión y desarrollando tratamientos más específicos. Si padeces una urticaria recurrente que resiste a las terapias tradicionales, es esencial consultar a un médico para obtener un diagnóstico preciso y un enfoque terapéutico personalizado. Con la evolución del conocimiento y de las terapias, el objetivo es ofrecer a los pacientes una vida libre de los síntomas de la urticaria.
A cargo de la Redacción Científica de GEK Lab