Cómo enfrentar el asma y las alergias respiratorias estacionales

La llegada de la primavera trae días luminosos y temperaturas más suaves. Sin embargo, para algunos de nosotros, esta estación también trae un aspecto menos agradable: el asma y las alergias respiratorias estacionales.

En este artículo exploraremos estas condiciones y compartiremos algunas estrategias para enfrentarlas con éxito.

¿Qué es el asma y por qué se manifiesta?

El asma es una condición de las vías respiratorias caracterizada por inflamación y estrechamiento de los bronquiolos. Esto provoca síntomas como sibilancias, tos, dificultad para respirar y opresión en el pecho. En la aparición de los síntomas del asma juega un papel importante una combinación de factores inflamatorios, ambientales, genéticos y psicológicos.

También sucede que personas que antes sabían que tenían síntomas relacionados con las gramíneas, de repente comienzan a presentar síntomas también por la ambrosía o la parietaria. A menudo, muestran reacciones múltiples en las pruebas cutáneas (los llamados prick tests) o, aún más extraño, no resultan positivas en estas pruebas. Todo esto obliga a una reflexión más amplia sobre el tema.

Para reducir o resolver la sintomatología alérgica inducida por la inflamación, recomendamos realizar un PerMè Medical Program.

Las alergias respiratorias estacionales.

Las alergias respiratorias, como las frecuentes rinitis y conjuntivitis alérgicas, son una reacción alérgica a los pólenes de plantas, hierbas o árboles.

Cuando estamos expuestos a estas sustancias, nuestro sistema inmunitario puede reaccionar de manera descoordinada, desencadenando una serie de síntomas molestos como estornudos, picor en los ojos, lagrimeo, ardor en las mucosas, secreción nasal y, en algunos casos, agravamiento del asma.

Típicamente, las alergias respiratorias estacionales se diagnosticaban en la infancia, para luego observar una disminución de los síntomas con el paso de los años. Sin embargo, datos epidemiológicos indican que, contrariamente a lo que ocurría en el pasado, cada vez son más las personas que comienzan a estornudar a los veinte o incluso a los cincuenta años, con síntomas indistinguibles de los clásicos de las alergias o del asma alérgica. Claro, el cambio climático está provocando floraciones diversificadas y las antiguas estacionalidades se han visto fuertemente modificadas.

También ocurre que personas que antes sabían que tenían síntomas por las gramíneas, de repente empiezan a presentar síntomas también por la ambrosía o la parietaria. A menudo, muestran múltiples reacciones en las pruebas cutáneas (los llamados prick tests) o, aún más extraño, no resultan positivas en estas pruebas. Todo esto invita a una reflexión más amplia sobre el tema.

Síntomas similares a alergias y el papel de los azúcares

A partir de 2017, se ha documentado que solo el 38 % de los casos de reacciones similares a las alérgicas puede atribuirse clásicamente a una causa “alérgica”, es decir, a la respuesta del sistema inmunitario frente a pólenes, alimentos o medicamentos. En el 62 % restante de los casos, las reacciones suelen ser de naturaleza multifactorial y están frecuentemente relacionadas con la glicación, es decir, con el efecto de los azúcares (y de sustancias metabólicamente afines, como el alcohol y los polioles) consumidos en exceso.

Un importante estudio científico, publicado en 2023 en Frontiers in Allergy, explica finalmente en detalle los mecanismos bioquímicos y moleculares que provocan la reacción inflamatoria —con efectos prácticamente idénticos a los de una reacción alérgica— causada precisamente por las sustancias glicantes, cuyo principal representante es el metilglioxal.

Las sustancias glicantes elevan el nivel de alarma del organismo, alterando el funcionamiento fisiológico del sistema inmunitario, y provocan que los antígenos —es decir, las sustancias alergénicas de cualquier tipo— sean percibidos de forma distinta a lo habitual. En otras palabras, el consumo excesivo de azúcares a nivel individual hace que el organismo comience a considerar como “enemigos” a pólenes o agentes externos (como el polvo o los ácaros) que hasta poco tiempo antes entraban en contacto con nuestro sistema respiratorio sin causar problemas.

Una confirmación adicional de la relación entre alimentación y respuesta alérgica o inflamatoria fue aportada por un artículo publicado en JACI (Journal of Allergy and Clinical Immunology) en septiembre de 2021, en el que destacados investigadores de las universidades de Pittsburgh y Rochester (EE. UU.) explicaron que es muy probable que sea el efecto combinado de la alimentación el que contribuya al desarrollo del asma. Esto implica que centrarse exclusivamente en un antígeno específico o en los niveles de IgE podría resultar ineficaz.

Es fundamental considerar conjuntamente factores como el potencial inflamatorio de la dieta, la ingesta de antioxidantes y la regulación energética de los alimentos.

Cómo afrontar el asma y las alergias respiratorias.

Dado que investigar los alérgenos respiratorios sigue teniendo un valor diagnóstico y terapéutico, y que el uso de antihistamínicos puede ser a veces necesario, para tratar con éxito el asma es esencial considerar también todas las demás condiciones que pueden contribuir o causar las dificultades respiratorias.

Puesto que, como hemos explicado, existe la posibilidad concreta de que una condición de inflamación causada por azúcares o por alimentos esté en la base de los síntomas, siempre es recomendable investigar los niveles de dicha inflamación. En otras palabras, sucede que incluso el asma, los ojos llorosos y la secreción nasal persistente pueden necesitar, para sanar, una modificación de los hábitos alimentarios que generan inflamación.

Al realizar un PerMé Medical Program es posible medir el propio nivel de glicación (detectando Metilglioxal y Albúmina Glicada) y de inflamación causada por el consumo excesivo de determinadas clases de alimentos (detectando BAFF y PAF).

El informe médico adjunto a los resultados del producto permitirá establecer una dieta personalizada que, al controlar la ingesta de azúcares y alimentos, reduzca la inflamación y actúe sobre los síntomas similares a los alérgicos, resolviéndolos por completo en algunos casos.

A cargo de la Redacción Científica de GEK Lab.

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