Cándida: Causas, Síntomas y Remedios Naturales

La candidiasis, a menudo mencionada pero rara vez comprendida en profundidad, es una infección cuyo protagonista es un hongo conocido como Candida Albicans. Aunque este hongo convive en su mayoría pacíficamente con nosotros, siendo una parte natural de nuestro ecosistema corporal, hay momentos en los que decide “rebelarse”, creciendo de forma descontrolada y dando lugar a una serie de molestias incómodas.

Causas de la Candidiasis: más allá de la superficie

Imagina a la Candida Albicans como una inquilina silenciosa de nuestro cuerpo. Reside en lugares como el intestino, la piel, la boca y otras mucosas. Como cualquier inquilino, hay momentos en los que puede volverse problemática, especialmente cuando el entorno en el que vive sufre cambios. Y cuando el equilibrio de nuestro cuerpo se altera —por ejemplo, debido a una presencia excesiva de azúcares— la cándida encuentra las condiciones ideales para crecer, causando desajustes en nuestro sistema.

Cuando el equilibrio de nuestro cuerpo se ve alterado, por ejemplo debido a una presencia excesiva de azúcares en el organismo, la cándida encuentra las condiciones ideales para crecer, causando desórdenes en nuestro sistema.

Para una dieta de rotación personalizada que combata la candidiasis recurrente, GEK Lab sugiere realizar el programa médico PerMè (PerMè Medical Program).

Descifrar los síntomas de la cándida

Identificar la candidiasis puede parecer resolver un rompecabezas.
Los síntomas más comunes incluyen picor, escozor, enrojecimiento y secreciones anómalas, típicos de las infecciones vaginales. Pero la cándida no se detiene ahí. En algunos casos, incluso puede causar conjuntivitis, dolor de garganta, infecciones en la vejiga e infecciones renales. Y cuando decide colonizar el intestino, trae consigo otros síntomas como hinchazón, colitis y problemas digestivos.

Existe una forma de candidiasis oral, también llamada “muguet”, típica en niños o en adultos debilitados o inmunodeprimidos.

Remedios Naturales para la Cándida: nutrición e inflamación

Combatir la candidiasis no significa solo confiar en los medicamentos. La naturaleza ofrece una amplia gama de remedios.

Una dieta equilibrada, rica en fibra y baja en azúcares, puede ser un aliado poderoso. Por otro lado, la cándida se alimenta de azúcar, por lo que la primera corrección a realizar es limitar los azúcares simples que, si se consumen sistemáticamente, inflaman el organismo e incentivan la proliferación de la cándida misma. En su lugar, elijamos carbohidratos integrales más ricos en fibra, que combaten la candidiasis y tienen una acción positiva sobre la flora intestinal (de la cual la cándida forma parte), evitando también estancamientos y fenómenos de fermentación.

No olvidemos incluir diariamente en la dieta frutas y verduras coloridas, ricas en antioxidantes.

Lo ideal es definir un perfil nutricional personalizado, por ejemplo a través del PerMé Medical Program, para verificar la posible presencia de inflamación causada por azúcares y/o por ciertas clases de alimentos. Mientras se esperan los resultados, es útil realizar un par de días de “limpieza” a lo largo de la semana, evitando el consumo de levaduras y productos fermentados (como pan, galletas, tostadas, brioches, pero también cerveza, salsa de soja y kéfir…), ya que son los alimentos más involucrados en la proliferación de la candidiasis.

En muchos casos, por lo tanto, la alimentación resulta ser el factor determinante para permitir la regresión o la proliferación de este microorganismo.

El tratamiento farmacológico específico para la candidiasis, en los casos en que sea necesario, utiliza antifúngicos de uso local o sistémico, según el cuadro clínico y la severidad de la infección.

Relación entre la candidiasis y el estrés

Nuestro cuerpo reacciona de formas sorprendentes al estrés. Este enemigo silencioso puede debilitar nuestras defensas, haciéndonos más susceptibles a infecciones, incluida la candidiasis.

El estrés es un enemigo declarado de la microflora intestinal, que constituye una barrera contra la proliferación de la candida. Una alimentación rica en fibras es también una gran aliada de las bacterias intestinales, que representan una poderosa defensa natural contra la candidiasis. De ahí la recomendación de evitar productos refinados en favor de harinas y cereales integrales, además de abundantes porciones de verduras (menos dulces) y frutas. 

Afortunadamente, existen muchas formas de combatir el estrés, desde la meditación y el yoga, hasta el tai chi y la actividad física más tradicional.

Como solemos decir, lamentablemente tendemos a abandonar nuestros hábitos deportivos saludables justamente en los periodos de mayor estrés, cuando más útil sería mantenerlos.

Estrategias de prevención

La prevención es la mejor medicina. Además de la alimentación, sobre la cual ya hemos hablado ampliamente, existen algunos pasos sencillos, como evitar el uso excesivo de antibióticos, cuidar la higiene personal y elegir ropa cómoda y de fibra natural que no favorezca la acumulación de humedad en la zona íntima.

La candidiasis es una señal de alerta que nuestro cuerpo nos envía. Escucharla, informarse y adoptar un enfoque holístico en el cuidado y la prevención es el secreto para mantener este hongo bajo control y evitar molestas recaídas.

A cargo de la Redacción Científica de GEK Lab

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