El pie diabético es una de las complicaciones crónicas más comunes de la diabetes mellitus. Se combinan la neuropatía periférica (daño a los nervios) y la vasculopatía (afectación de la microcirculación), lo que reduce la sensibilidad, ralentiza la cicatrización y aumenta el riesgo de infecciones. Sin una atención adecuada, puede evolucionar de forma grave.
Le stime indicano che più di 3 milioni di italiani convivono con sintomi depressivi, e si calcola che circa il 20% della popolazione, nel corso della vita, sperimenterà almeno un episodio depressivo. Questi numeri continuano a crescere, alimentati da fattori legati allo stress, e ai cambiamenti nei nostri stili di vita e nelle abitudini alimentari.
La depressione non è solo una condizione psicologica: è anche strettamente legata alla fisicità, in particolare al metabolismo e all’alimentazione, che giocano un ruolo cruciale nella sua insorgenza e gestione.
En los últimos años, las investigaciones científicas han subrayado la importancia de la alimentación en la prevención y el tratamiento de las enfermedades oncológicas.
En particular, los azúcares pueden favorecer la creación de un “escudo protector” alrededor de las células tumorales, haciéndolas lamentablemente más resistentes tanto al sistema inmunológico como a los tratamientos oncológicos tradicionales.
Medidas como la vacunación siguen siendo esenciales para prevenir las enfermedades respiratorias, pero hay otro aspecto que a menudo se pasa por alto: nuestra dieta.
La sensación de ardor detrás del esternón, la pesadez en el estómago o el regurgito en la boca pueden indicar la presencia de una condición llamada Enfermedad por Reflujo Gastroesofágico (o ERGE). Este trastorno no es en absoluto raro y afecta aproximadamente al 15% de la población en los países industrializados.
Durante mucho tiempo se ha considerado que la obesidad estaba simplemente relacionada con los excesos alimentarios, como el consumo excesivo de comida chatarra. Sin embargo, se ha demostrado que una condición inflamatoria de bajo grado, junto con una alimentación desequilibrada, juega un papel fundamental en el desarrollo de esta enfermedad.
La glucosa en ayunas y la hemoglobina glicosilada son los parámetros comúnmente utilizados para diagnosticar la presencia de diabetes. Sin embargo, los valores normales de estos indicadores históricos no nos permiten detectar a tiempo los daños causados por los azúcares, que siempre preceden, de manera evidente, el desarrollo posterior de diabetes.
Evaluar si se tiene una predisposición genética a la diabetes tipo 2 permite implementar estrategias alimentarias y suplementarias con un enfoque preventivo.
Dos marcadores específicos, la albúmina glicosilada y el metilglioxal, permiten evaluar con precisión la condición inflamatoria personal relacionada con los azúcares.