Bibliografía esencial sobre la inflamación causada por los alimentos y los azúcares

Esta sección presenta una bibliografía esencial sobre la inflamación causada por los alimentos y los azúcares: una recopilación cuidadosamente seleccionada de artículos científicos que constituyen la base de nuestro trabajo y los fundamentos del método GEK Lab. Se presta especial atención a la inflamación provocada por los azúcares y a los procesos de glicación, que desempeñan un papel central en el mantenimiento de la inflamación crónica de bajo grado. Estos estudios representan los pilares de nuestra investigación, proporcionando sólidas evidencias científicas para abordar la inflamación y sus efectos a largo plazo sobre la salud.

Per un’introduzione alle nostre basi metodologiche è possibile consultare anche i seguenti articoli:

¿Y si fuera toda culpa de la inflamación?

Inflamación por azúcares y glicación

Inflamación por alimentos

Las diferentes formas de inflamación causada por los alimentos

Hasta la fecha se han identificado al menos tres formas de inflamación causada por los alimentos, claramente diferenciadas entre sí pero con efectos sinérgicos.

Inflamación relacionada con un desequilibrio nutricional en cada comida

En 2011, la Escuela de Salud Pública de Harvard definió unas reglas simples para equilibrar correctamente los nutrientes dentro de cada comida. Estas indicaciones representan la primera herramienta para controlar la inflamación mediante la adecuada distribución de carbohidratos, proteínas y fibra en cada comida.

Inflamación relacionada con una ingesta individualmente excesiva de azúcares

La variabilidad glucémica y las fluctuaciones en los niveles de glucosa en sangre son responsables de alteraciones importantes y, a menudo, irreversibles en las estructuras proteicas y celulares. La hiperglucemia, por ejemplo, provoca la glicación de numerosas moléculas, entre ellas muchas proteínas, cuya función está estrechamente vinculada a su estructura tridimensional.
Como se ha definido claramente en un estudio multicéntrico realizado en la Unión Europea, el 62% de las reacciones inflamatorias o alérgicas cuya causa no se comprende son multifactoriales, y los procesos de glicación —debidos a un exceso alimentario de carbohidratos de rápida absorción y de azúcares (incluida la fructosa)— se encuentran entre los principales responsables.

Inflamación relacionada con una ingesta excesiva o repetida del mismo alimento o grupo de alimentos

Una ingesta excesiva o repetitiva del mismo alimento, o de alimentos del mismo grupo, puede estimular la producción de inmunoglobulinas G (IgG) específicas y la liberación de citocinas inflamatorias (como BAFF y PAF).
Estas citocinas están involucradas en numerosos trastornos y en enfermedades autoinmunes como lupus, síndrome de Sjögren y artritis reumatoide, así como en enfermedades inflamatorias intestinales, respiratorias, dermatológicas, oculares, entre otras.

BIBLIOGRAFÍA:

1. Healthy Eating Plate | The Nutrition Source | Harvard T.H. Chan School of Public Health.

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Inflamación y nutrición: una interacción constante entre salud y enfermedad

Comprender el papel de la inflamación causada por los alimentos es fundamental para identificar los hábitos alimentarios que se deben adoptar para controlar los posibles efectos nocivos de una nutrición incorrecta en el organismo.
A lo largo de la vida, cada persona está expuesta a fenómenos inflamatorios, que varían tanto en sintomatología como en duración. Hoy en día, la inflamación puede medirse de manera sencilla, tal como se utiliza un termómetro para medir la fiebre.
Conocer los niveles de inflamación, incluidos los relacionados con la alimentación, es un punto clave para establecer y restablecer el correcto equilibrio inmunológico.
La medición de los niveles de BAFF (B-Cell Activating Factor) y PAF (Platelet Activating Factor) ayuda a definir el enfoque dietético más adecuado para reducir la inflamación.

BIBLIOGRAFÍA:

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Principios nutricionales generales

Desde 2011, la Escuela de Salud Pública de Harvard ha propuesto un esquema que resalta el valor de las proteínas y describe la importancia de incluirlas en la cantidad adecuada en cada comida. El “plato para comer sano” fomenta el uso de cereales integrales en lugar de refinados y valora la proporción de los distintos nutrientes, evitando así el conteo de calorías.

BIBLIOGRAFÍA:

  1. Healthy Eating Plate | The Nutrition Source | Harvard
    T.H. Chan School of Public Health. Available at:
    https://www.hsph.harvard.edu/nutritionsource/healthy-eating-plate/.

Inflamación causada por los azúcares

La diabetes y otras enfermedades relacionadas con los azúcares se están convirtiendo rápidamente en “pandémicas”. Esto subraya la importancia de un diagnóstico temprano y del tratamiento de una condición “pre-diabética”, antes de que las alteraciones del metabolismo y de la resistencia a la insulina (también reflejadas en el aumento de la glucemia en ayunas y de la hemoglobina glucosilada) se vuelvan significativas y difíciles de manejar. Se estima que prevenir la diabetes, identificando posibles predisposiciones genéticas y factores relacionados con el estilo de vida, podría añadir de 8 a 13 años de buena salud a la vida de una persona (1).
Una consideración similar se aplica a casi todas las enfermedades crónicas degenerativas. El control de la inflamación y de la sensibilidad al azúcar puede contribuir a ganar años de vida con “buena calidad” y bienestar.

BIBLIOGRAFÍA:

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Inflamación causada por los alimentos

Durante mucho tiempo, la VSG (velocidad de sedimentación globular) y la PCR (Proteína C reactiva) fueron los únicos biomarcadores disponibles para evaluar la inflamación.

Estos dos biomarcadores siguen siendo extremadamente útiles en la práctica clínica, sobre todo para evaluar infecciones o inflamación sistémica aguda de “alto grado”; sin embargo, a menudo muestran una escasa correlación con los síntomas y carecen de especificidad y sensibilidad para identificar la inflamación de bajo grado.

Diversos miembros de la familia del Factor de Necrosis Tumoral (TNF) desempeñan un papel importante tanto en la inducción como en el mantenimiento de condiciones inflamatorias (2,3). Entre ellos, el factor de activación de células B (BAFF) y el factor de activación plaquetaria (PAF) podrían utilizarse como “termómetros” para medir la magnitud de la inflamación sistémica, incluida la relacionada con la alimentación.

El BAFF y su gen (TNFSF13B) han sido asociados con un riesgo inmunológico y con la progresión patológica de la enfermedad, según un estudio multicéntrico publicado en el New England Journal of Medicine (14). Las personas afectadas por asma alérgica o por enfermedades autoinmunes (como LES, síndrome de Sjögren, artritis reumatoide, esclerosis sistémica, crioglobulinemia, miastenia grave) han mostrado niveles elevados de BAFF (4-6)

El PAF (Factor Activador de Plaquetas) es un fosfolípido, descrito por primera vez en los años 70 como el factor responsable de la agregación plaquetaria (10). Con el tiempo, se ha demostrado que el PAF es un mediador importante de diversos procesos fisiológicos y patológicos, incluida la inflamación. Algunas evidencias científicas indican que el PAF es un mediador relevante de las respuestas inflamatorias y alérgicas relacionadas con los alimentos.

BIBLIOGRAFÍA:

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Herramientas prácticas para una alimentación personalizada

La mayoría de las dietas fracasan a largo plazo porque solo consideran las calorías y siguen protocolos fijos. La medicina de precisión es capaz de crear una dieta “a medida” que tiene en cuenta múltiples aspectos de una persona (por ejemplo, el perfil alimentario, la inflamación y la genética).
Las elecciones nutricionales más adecuadas y efectivas dependen de planes alimentarios personalizados que consideren los niveles individuales de inflamación (tanto relacionada con los alimentos como con los azúcares) y la correcta composición de las comidas (por ejemplo, la proporción entre carbohidratos y proteínas).alizzati che considerano i livelli individuali di infiammazione (sia legata al cibo che agli zuccheri), la corretta composizione dei pasti (ad esempio il rapporto tra carboidrati e proteine).

La indicación de restricción y evitación de ciertos alimentos fue la primera estrategia para tratar las reacciones adversas a los alimentos. Sin embargo, hoy en día los riesgos asociados a la eliminación de alimentos son claros: la evitación a largo plazo facilita la pérdida del reconocimiento antigénico hacia ese alimento específico, lo que puede llevar al desarrollo de reacciones inmunomediadas fuertes (incluso anafilácticas) cuando se consume, aunque sea accidentalmente y/o en pequeñas cantidades, dicho alimento (1).

BIBLIOGRAFÍA:

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  4. Ligaarden SC et al. BMC Gastroenterol. 2012;12:166. doi:10.1186/1471-230X-12-166
  5. Speciani, A. F. & Piuri, G. Like a pressure cooker. (Gek s.r.l. publisher, 2014).
  6. Kang S et al. J Immunol. 2016;196:196-206. doi:10.4049/jimmunol.1402527

Medición de los telómeros y evaluación de la edad biológica

Los telómeros son secuencias nucleotídicas repetidas en los extremos de los cromosomas lineales, cuya función es proteger las secuencias codificantes durante la replicación del ADN (causada por el tiempo, el envejecimiento y la oxidación). El acortamiento de los telómeros es un proceso fisiológico y necesario para la replicación celular; sin embargo, una tasa acelerada puede ser un signo de envejecimiento prematuro y de posible aparición de enfermedades.

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  1. Lustig RH. Adv. Nutr. 2013;4:226-35. doi:10.3945/an.112.002998.
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  4. Jackowska M et al. PLoS One. 2012;7:e47292. doi:10.1371/journal.pone.0047292

A cargo del Equipo de Redacción Científica de GEK Lab