
La sensación de tener la barriga hinchada, a menudo justo después de comer, es una molestia que muchas personas experimentan a diario y que nunca debe subestimarse. Este síntoma puede manifestarse de diversas maneras, como una sensación de saciedad después de las comidas o una hinchazón persistente durante todo el día. Pero, ¿cuáles son las principales causas detrás de esta incomodidad y cómo podemos afrontarla?
Las causas en la mesa
Una vez descartadas las raras formas de enfermedad que provocan hinchazón abdominal (como los cólicos biliares o pancreáticos, la sensibilidad al gluten, así como las insuficiencias funcionales del hígado y páncreas), las causas más frecuentes son sin duda los hábitos alimentarios incorrectos.
Eliminar de forma definitiva un alimento a menudo no es la estrategia correcta para combatir la hinchazón. Es la repetición en el consumo de ciertos alimentos lo que puede llevar, a nivel individual, a un estado inflamatorio generalizado y, por tanto, a situaciones de desequilibrio intestinal.
Comer demasiado rápido es la primera causa que debemos controlar. Una buena digestión y asimilación de los alimentos comienza precisamente con una buena masticación. La masticación activa ya la digestión y permite que los alimentos lleguen al intestino en fragmentos más fácilmente digeribles por las enzimas.
Entre los alimentos que causan hinchazón están sin duda los azúcares, que pueden fermentar en el intestino causando la producción de gases, aunque la cantidad varía bastante de una persona a otra.
También el consumo diario de edulcorantes como manitol, maltitol, sorbitol y xilitol puede aumentar la hinchazón porque estos polioles no se absorben, pero sí son fermentados por las bacterias de la flora intestinal.
La hinchazón causada por levaduras, en cambio, está a menudo relacionada con una condición llamada “sobrecrecimiento de levaduras”. Esta condición ocurre cuando las levaduras, como la Candida albicans, crecen en exceso en el intestino, a menudo debido a un desequilibrio en la flora bacteriana u otras condiciones que favorecen su proliferación. Las levaduras pueden fermentar azúcares y carbohidratos presentes en la alimentación, produciendo gases.
La hinchazón después de consumir coles, brócoli y otros alimentos similares suele estar asociada a la presencia de carbohidratos fermentables llamados FODMAPs (Oligosacáridos, Disacáridos, Monosacáridos y Polioles Fermentables). Para algunas personas, especialmente aquellas con síndrome del intestino irritable, consumir alimentos ricos en estos azúcares particulares, difíciles de digerir, puede causar hinchazón y otros síntomas gastrointestinales.
Finalmente, un consumo excesivo de alimentos ricos en fibra de celulosa, como las legumbres, puede provocar hinchazón, especialmente a nivel del colon. Con el uso continuado de estos alimentos, el organismo “aprende” a digerirlos mejor y los consumidores habituales, de hecho, experimentan efectos mucho menores.
Cuando la causa es la inflamación
Eliminar de forma definitiva un alimento a menudo no es la estrategia adecuada para combatir la hinchazón. Hace mucho tiempo se comprendió que “no existe un alimento contra”, sino que es la repetición en el consumo de ciertos alimentos lo que puede llevar, a nivel individual, a un estado inflamatorio generalizado que a su vez puede contribuir a situaciones de desequilibrio intestinal como las descritas anteriormente.
La inflamación causada por los alimentos, debido al exceso o al consumo repetido de ciertos alimentos, sigue siendo con mucho la causa más frecuente de la hinchazón abdominal.
Cuando el intestino está inflamado, no digiere correctamente los alimentos y la flora bacteriana puede producir más gas de lo habitual.
El Recaller Medical Program o el PerMè Medical Program son útiles para identificar los grupos alimentarios que estimulan dicha condición y sentar las bases para establecer una dieta de rotación que actúe de manera personalizada y, por lo tanto, más eficaz.
Remedios para reducir y eliminar la hinchazón abdominal
Adoptar una dieta personalizada que reduzca la ingesta repetida de alimentos a los que el organismo reacciona con inflamación es, sin duda, el método que más frecuentemente garantiza una recuperación rápida y completa.
Sin embargo, existen algunos consejos que es bueno seguir, junto con un régimen alimentario adecuado, para ayudar a resolver el problema.
- Introducción de plantas carminativas: Hierbas como anís, canela y semillas de hinojo pueden ayudar a reducir la hinchazón. Incorporarlas en nuestras comidas diarias, tomar infusiones hechas con estas hierbas o añadirlas al agua que consumimos diariamente puede contribuir a mejorar los síntomas.
- Controlar el uso excesivo de protectores gástricos: es esencial prestar atención al abuso de medicamentos protectores del estómago, ya que dificultan la acción de las enzimas digestivas, impidiendo que los alimentos se fragmenten adecuadamente antes de llegar al intestino.
- Introducción de enzimas para facilitar la digestión, supervisada por el médico: en circunstancias particulares, el uso de enzimas específicas puede favorecer una digestión completa de los alimentos ingeridos o complementarse con una dieta ya equilibrada. Es importante consultar al médico antes de seguir este camino.
- Actividad física: El ejercicio físico regular puede mejorar el movimiento intestinal y contribuir a reducir la hinchazón.
La hinchazón abdominal puede ser un síntoma molesto, pero con las precauciones alimentarias adecuadas y un estilo de vida saludable, es posible reducir o eliminar este malestar. Si los síntomas persisten, siempre es recomendable consultar a un médico o nutricionista para una evaluación más profunda.
A cargo de la Redacción Científica de GEK Lab