Vencer el asma y mejorar el rendimiento

El 23 de mayo nos visitó en el GEK Lab Daniel Mauri, un joven paciente y jugador de voleibol que, por recomendación de su farmacéutica de confianza, decidió utilizar nuestros productos para resolver un problema persistente: un asma que no quería soltar su control.

Los beneficios observados fueron tan sorprendentes, por su rapidez y eficacia, que Daniel quiso compartir su historia con nosotros.

En este artículo contamos los aspectos más destacados de esta interesante entrevista, con la esperanza de inspirar e informar a todos aquellos interesados en mejorar su bienestar a través de un enfoque consciente de la nutrición. ¡Buena lectura!

Buenos días Daniel, ¿quieres contarnos quién eres y qué haces?

¡Hola! Me llamo Daniel Mauri, tengo 25 años. Trabajo por cuenta propia como artesano y juego al voleibol desde hace 12 años; actualmente estoy en la Serie B. 

A diferencia de lo que se podría pensar, en mi caso no fue un largo camino para empezar a notar pequeños cambios. ¡Todo lo contrario! Después de apenas dos o tres semanas, comencé a notar mejoras en todos los aspectos: salud, energía, forma física (pérdida de grasa y líquidos en exceso) y rendimiento deportivo.

Para combatir los síntomas del asma y mejorar la calidad de vida y los niveles de energía, recomendamos seguir un programa PerMè Medical.

¿Por qué decidiste comenzar un camino con nosotros?

Conocí vuestra realidad a través de mi novia y su familia, quienes me recomendaron este programa para mejorar mi situación de asma y alergia estacional.

¿Cuáles eran los síntomas del asma? ¿Cómo te limitaban en tu actividad deportiva?

ILos síntomas del asma eran claramente dificultad para respirar y fatiga, especialmente antes de dormir o al despertarme. Antes de practicar deporte, tenía que usar el inhalador; de lo contrario, me costaba seriamente respirar bien.

Has mencionado el inhalador. ¿Qué tratamiento usabas para combatir el asma?

Para combatirla —o más bien mantenerla bajo control— utilizaba un broncodilatador con cortisona, dos veces al día, todos los días. Siempre llevaba un inhalador conmigo por si surgía alguna crisis.

¿Qué producto te recomendaron para afrontar el problema?

Durante la primera visita con vosotros me recomendaron el PerMè Medical Program, con el objetivo de evaluar mi perfil inflamatorio relacionado con alimentos, azúcares y predisposiciones genéticas.

Cuéntanos el camino que seguiste después de recibir los resultados del informe y medir tus niveles de inflamación por azúcares y alimentos.

Cuando supe que tenía niveles (¡altos!) de inflamación alimentaria, pero sobre todo por los azúcares, me sentí listo para comprometerme con el programa. ¡Y no solo eso! También surgieron predisposiciones genéticas a enfermedades importantes, lo que incrementó aún más mis ganas de cambiar.
El objetivo era alcanzar un mayor bienestar, tanto físico y deportivo como, sobre todo, de salud.
Con los resultados del PerMè Medical Program en mano, me reuní con la bióloga nutricionista: analizamos el informe juntos y elaboramos un plan y una dieta personalizada, teniendo en cuenta mis necesidades y mis compromisos.

¿Cómo cambió tu alimentación teniendo en cuenta también tus actividades deportivas?

Mi alimentación cambió más por la calidad que por los horarios o la cantidad de comidas. El desayuno fue el cambio más drástico, ya que solía tomar leche con galletas o cereales, que tienen un alto contenido de azúcar.
Aprendí a equilibrar el desayuno con alimentos proteicos, tanto dulces como salados. Al final, todo es cuestión de hábito… hoy en día existen muchas alternativas para todos los gustos y necesidades. ¡Así que, por qué no acostumbrarse bien!

Comida y cena son bastante similares: el enfoque está en la cantidad de proteína, acompañada por carbohidratos integrales y verduras para completar el plato.
Introdujimos un snack pre-entrenamiento útil para calmar el hambre antes de la cena: una comida más pequeña pero equilibrada, para modular la absorción de azúcares (incluso si provienen de una fruta).
Especial atención a los suplementos “proteicos” (especialmente los más comerciales), ya que suelen estar edulcorados para hacerlos más agradables.

 

¿Es una dieta que has encontrado compatible con tu vida social? 

¡Honestamente, sí! La dieta también prevé días libres, lo que facilita gestionar salidas con amigos u ocasiones especiales.
Al fin y al cabo, el objetivo es el bienestar, así que no debería vivirse como una obligación.
La conciencia del proceso ayuda mucho a decir no a las tentaciones del “capricho”.

¿Cuánto tiempo pasó antes de notar mejoras en tus síntomas?

¡Muy poco tiempo! A diferencia de lo que se podría pensar, en mi caso no fue un largo proceso para notar pequeños cambios. ¡Al contrario!
Después de solo dos o tres semanas empecé a notar mejoras en todos los aspectos: salud, energía, forma física (pérdida de grasa y líquidos retenidos), y rendimiento deportivo.
Esto se debió claramente a un cambio repentino de rumbo, limitando (no eliminando) aquellos alimentos que me provocaban inflamación.

Además de los síntomas que te trajeron inicialmente, ¿has notado otros beneficios?

Al principio ni siquiera pensaba en este gran beneficio, ¡pero los primeros cambios los noté justo en el gimnasio!
Mayor explosividad, más energía, y menos fatiga.
Como consecuencia indirecta: mejor estado de ánimo y ganas de hacer cosas.

El cambio más evidente y repentino fue sentirme con mucha más energía por la mañana después del desayuno, cuando normalmente sentía cansancio, incluso habiendo dormido bien.
Esto debido al pico glucémico provocado por un desayuno muy desequilibrado.

Para concluir, ¿recomendarías a un amigo o compañero de equipo realizar el PerMè Medical Program?

¡Claro que sí! Lo recomendaría a cualquiera que tenga ganas de ponerse a prueba y se sienta listo para afrontar un camino desafiante.
¡A mí me ha cambiado la vida!

 

A cargo de la Redacción Científica de GEK Lab

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