Piernas hinchadas y pesadas en verano? ¿Cómo intervenir sobre la retención de líquidos?

En verano, con la llegada del gran calor, una gran parte de la población, tanto femenina como masculina, puede sufrir de piernas hinchadas y pesadas. Este trastorno es especialmente común si se lleva un estilo de vida sedentario y se tiene algunos kilos de más.

Un método “casero” para medir la retención de líquidos es presionar digitalmente la tibia.

La presión de un dedo sobre la pierna de una persona que retiene muchos líquidos, de hecho, deja una verdadera huella durante un tiempo. Cuanto más se hunde el dedo en la pierna, y más tiempo permanece la marca, mayor es la cantidad de líquidos que se están reteniendo.

Dado que el edema también es consecuencia de un proceso inflamatorio, una alimentación personalizada es de gran ayuda.

La realización de un PerMè Medical Program o de un Recaller Medical Program permite conocer el nivel de inflamación e identificar qué alimentos consumidos en exceso o de forma repetida están manteniendo respuestas inflamatorias.

La retención de líquidos en las piernas refleja un estado inflamatorio también sistémico y debe ser abordada no solo localmente, sino proporcionando el adecuado “hidratante” a las células para apagar la inflamación.

La realización de un PerMè Medical Program permite conocer el nivel de inflamación e identificar qué alimentos consumidos en exceso o de manera repetida están provocando respuestas inflamatorias.

La retención de líquidos en las piernas refleja un estado inflamatorio también sistémico y debe ser abordada no solo localmente, sino proporcionando el adecuado “hidratante” a las células para apagar la inflamación. El proceso inflamatorio se caracteriza, de hecho, por la presencia de moléculas proinflamatorias (por ejemplo, BAFF, PAF y MGO) que el cuerpo intenta diluir, vertiendo agua fuera de los tejidos.

Un enfoque dietético personalizado, y descrito en su informe, permite, a través de una rotación alimentaria, comer todo con tranquilidad, modulando la inflamación.

También es útil reducir el consumo de sal en los alimentos y evitar el consumo de alimentos que contienen “sal oculta”, como los embutidos y quesos curados, los alimentos en salmuera, los productos de panadería, las papas fritas en bolsa, etc.

Es fundamental además asegurarse de obtener la cantidad adecuada de agua y de verduras de temporada con propiedades drenantes y depurativas, como el apio, el pepino, la achicoria, los alcauciles, los espárragos, las endibias. En este sentido, es una buena práctica recordar comenzar todas las comidas con crudités; las verduras aportan minerales y vitaminas valiosas como potasio, magnesio y vitamina C.

Durante las horas más frescas del día, se recomienda caminar a paso rápido durante unos 30 minutos: la caminata favorece el retorno venoso. El músculo en movimiento “masajea” las estructuras venosas, evitando además la vasodilatación excesiva. Evitar cruzar las piernas durante el día permite una mejor circulación en las extremidades.

Por la noche, basta con mantener las piernas elevadas durante diez minutos para favorecer el retorno de la sangre al corazón y el drenaje. También un chorro de agua fría sobre las extremidades podría proporcionar una sensación inmediata de alivio.

Un apoyo útil también puede provenir de la fitoterapia. Con la recomendación de consultar con su terapeuta de confianza, el uso de hierbas como la centella asiática, el meliloto, el diente de león, el pinoflavo, constituye un respaldo para los vasos sanguíneos. El picnogenol, presente en el pinoflavo, por ejemplo, tiene una acción antiinflamatoria y antioxidante, por lo que puede ser un valioso aliado durante los períodos más críticos.

A cargo de la Redacción Científica GEK Lab

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